La locura

No es difícil imaginarse una situación en la cual nos encontremos realizando una acción que a otras personas parece no convencerles demasiado ya sea porque no compartan la finalidad de dicha acción o simplemente porque no lo entiendan. Si nos detenemos en su realización la gente lo notará y dejará de causar extrañeza. Si en vez de eso continuamos, estaremos seguros que una palabra pasará por su cabeza. Loco.

La locura es una situación mental mirada desde cierto punto de vista. Cuando ves a un hombre desnudo corriendo por la calle, es normal mostrarse perplejo y tildarle de loco. Si al poco tiempo, vuelves a observar y ves a un gigantesco y rabioso perro corriendo detrás de él, la percepción de la situación cambia por completo, puesto que tenemos un motivo civilizado para comprender las acciones de un individuo hacia una circunstancia determinada. Bueno, sí. Sigue estando el problema de la desnudez del hombre.

Lo mismo se puede aplicar a todo tipo de situaciones. Las personas que la gente llama locas son denominadas de esa manera puesto que piensan distinto que los demás y actúan distinto de los demás. Todo cierto, pero yo añadiría que son lo suficientemente valientes como para cambiar el mundo. Se tratan de personas con la capacidad para pensar diferente al resto. A todo genio le han tenido que llamar loco alguna vez, sino, no sería un genio.

Siendo objetivos y únicamente pensando razonadamente no se llega a ningún lugar. Tenemos algo que nos diferencia de todas las máquinas, por mucha IA que nos empeñemos a desarrollar: empatía. El ser humano tiende a dejarse llevar por su intuición. Pero no todas las ideas son muy bien aceptadas. No creo que a Marconi le salieran amigos debajo de las piedras cuando trataba de inventar la radio.

La sensación que me queda es que nunca debemos traicionar a nuestro corazón cuando este nos habla, aunque nos llamen locos. Si nos tiene algo que contar, por algo será. Debemos tener valor para hacerle caso.