Siglo XIII. En el campo de batalla los escoceses están preparados para el combate, pero contemplan a lo lejos, la llegada de sus contrincantes, una enorme legión de soldados ingleses que les doblan e incluso triplican en numero. Viéndose en inferioridad numérica deciden abandonar antes de comenzar la batalla. En ese momento entra en escena Sir William Wallace, y se dirige a hablar con uno de los Señores de Escocia: Lochlan.
Lochlan: Este es nuestro ejército. Para uniros, rendid pleitesía.
William: Yo rindo pleitesía a Escocia. Y si este es vuestro ejército, ¿por qué está huyendo?
Soldado escocés 1: ¡No hemos venido aquí para luchar por ellos!
Soldado escocés 2: ¡Vámonos! Los ingleses son demasiados.
Los soldados escoceses continúan abandonando el campo de batalla
William: ¡Hijos de Escocia, soy William Wallace!
Soldado escocés 2: William mide más de dos metros.
William: Si...eso dicen. Y mata hombres a cientos. Y si estuviese aquí, acabaría con
los ingleses echando fuego por los ojos… y también rayos por el culo.
Risas entre los soldados escoceses.
William: ¡Yo soy William Wallace! Y estoy viendo a todo un ejército de paisanos míos,
aquí, desafiando a la tiranía. Habéis venido a luchar como hombres
libres...¡y hombres libres sois! ¿Qué haríais sin libertad....? ¿Lucharéis?
Multitud: ¡No! ¡No! ¡No!
Soldado escocés 1: No. Huiremos y viviremos.
William: Luchad
y puede que muráis. Huid y viviréis. Un tiempo al menos... Y al morir en
vuestro lecho... dentro de muchos años, ¿no estaréis dispuestos a cambiar... todos los días desde hoy hasta entonces, por una oportunidad, ¡solo una oportunidad!, de
volver aquí a matar a nuestros enemigos? Pueden que nos quiten la vida,
pero jamás nos quitarán...¡¡LA LIBERTAD!! ¡¡Alba Gu Bra!!
Braveheart, 1995.
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