Bien. Como alguno de vosotros sabréis he iniciado un proceso de migración a sistemas Linux en mi portátil. El portátil es lo que uso para tareas serias. Ya sea la creación de alguna aplicación por afición, trabajos de la universidad, etc.
Adquirí el portátil desde el que escribo hará ya unos dos años, y hace cuatro días, coincidiendo con el fin de su garantía con la casa HP he decidido cambiar de OS.
Inicialmente evalué las posibilidades. Por un lado estaba en adquirir un nuevo portátil, pero esta vez más pequeño (el portátil desde el que escribo tiene 15.6"), de unas 13". Sin lugar a dudas pensé en el rey indiscutible desde hace varios años: MacBook Air. Pequeño, ligero, precioso y con un incentivo: utilizar un OS que ni conocía ni sabía utilizar. Pero los pros pesaron más que los contras. Obviamente, la contra es el precio puesto que no estoy a disposición de gastarme tal cantidad de dinero.
Por lo tanto, con la opción de compra descartada tenía tres posibilidades: continuar usando Windows 7, actualizar a la versión más moderna como es Windows 8 o probar suerte con alguna distribución de Linux.
Desde hace poco venía notando que mi ordenador podía estar infectado con un gusano que desactivaba el firewall y esto era un problema muy serio. Intenté mil soluciones y no fui capaz de arreglarlo del todo por lo que de quedarme con Winodws 7 debía recuperar la copia de seguridad inicial del equipo, cosa que no pasaba por mi cabez aún siendo muy feliz con Windows 7, uno de los mejores OS que he probado por muchas y variadas razones.
Windows 8 lo vengo utilizando en mi equipo de sobremesa desde tempranas etapas de desarrollo, le he visto gestarse dentro de el útero de Microsoft (menudo símil más bruto) y le he visto nacer. Incluso dispongo de una App propia en su catálogo,
Spanish Quotes. Hubiese sido el paso natural, puesto que
me siento muy cómodo utilizándolo en el sobremesa, pero la razón fundamental de cambiar de OS es experimentar con algo nuevo.
Por lo tanto solo quedaba una opción, siendo la elección de Distribución Linux la tarea más ardua del proceso. Los pocos coqueteos que he tenido con el pingüino Tux han sido a través de las clases de Sistemas Operativos en la universidad, usando una distribución Ubuntu. Posteriormente utilicé BackTrack para una serie de "experimentos", pero nada serio.
Dicho esto primero valoré la utilización de openSUSE puesto que un contacto me comentó que dicha distribución tiene un gran entorno de desarrollo, siendo muy fiable en este sentido, pero al instalarlo y al empezar a utilizarlo no me sentí agusto. Soy una persona que se mueve por sensaciones y ese OS no me lo transmitía. No dudo que sea un grandisimo sistema pero tras unos 30 minutos utilizándolo no me gustó.
Entonces volví a la distribución de Linux que más gente conoce, la que de las pocas que he visto me ha gustado más. Una distribución que proviene de una palabra africana que significa: Ser humanitario con los demás. Ubuntu.
Un viejo conocido que espero que me de muchas alegrías y me ayude a aprender más de la informática desde un punto de vista básico. UNIX es sinónimo de trabajo, de conocimiento, de poder hacer cualquier cosa desde un terminal.
Siempre he dicho que Mac era para los que tienen dinero y no quieren complicarse la vida. Microsoft para la gente normal. Y Linux para los que sí quieren complicarse la vida. Será que quiero complicarmela.