jueves, 8 de noviembre de 2012

Lo necesario de lo innecesario

Durante la clase de Procesadores del Lenguaje me ha venido a la mente una reflexión. El uso que le damos a la tecnología. La dependencia que precisamos de esos útiles aparatos que usamos diariamente, como pueda ser, un ordenador, un teléfono móvil o un lector de libros electrónico.

Dependemos de ciertos aparatos que, en cierta manera, nos estimulan y desprenden en nuestro cuerpo una sensación de felicidad. Un requerimiento que consideramos obligatorio e indispensable a nuestra acelerada vida. No podemos pasar ni un día sin enceder un ordenador, enviar un mensaje por WhatsApp o jugar a la consola. Nuestros antepasados ni tan siquiera sabían que era la electricidad, y eran felices en su ignorancia. No debemos perder los valores que han hecho grande al ser humano. Por esa razón nos fascinan las películas de Zombies: porque muestran al ser humano volviendo a su estado más primitivo, a su estado natural, sin maquillajes tecnológicos.

Es cierto que la tecnología es el motor de la humanidad. Sin ella en sus diferentes etapas (piedra, mecánica, eléctrica) no estariamos donde estamos ahora mismo. Gracias a sus avances somos capaces de realizar viajes de grandes distancias en pocas horas, somos capaces de conocer el resultado de unas votaciones de otro pais al lado contrario del globo, somos capaces de curar enfermedades, somos capaces de mandar cartas electrónicas a nuestros conocidos a cualquier hora del día instantáneamente "sin ningún coste"...

Todo esto es necesario, y todo debemos estar de acuerdo, hay que seguir innovando para conseguir logros innimaginables para nosotros, aunque normales en un futuro. Pero no podemos ser dependientes al completo. No podemos permitir que todo lo que nos hace humano se destruya y nos convirtamos en esclavos de nuestras creaciones. Somos humanos, no máquinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario