lunes, 13 de febrero de 2012

¿Acaso no podemos piratear honradamente?

Una de las cosas que más me molestan de ciertas personas es su reticente uso de las ideas ajenas para una gratificación social. A poco que nos fijemos podemos comprobarlo: Tweets copiados, frases copiadas, fotos copiadas, en definitiva: ideas copiadas. Lo que viene siendo un plagio. Existe una diferencia frente a la piratería. La piratería no es plagio. El pueblo llano (en su mayoría), no saca rendimiento económico/social al descargarse un archivo de audio para su uso personal. No paga, eso es cierto, cosa que debería cambiar, puesto que la práctica del todogratis debe de acabar. Pero tampoco realiza algo que moleste, incomode o dañe directamente a un autor. No es que lo esté defendiendo, solo intento aportar un poco de sentido común.

Ponte en situación. Eres un artista, amas la música, sientes pasión por lo que haces y además, eres bueno. Deberías apreciar como un regalo del Señor la compartición de archivos, ya que gracias a las nuevas tecnologías, tu música puede llegar a la inmensa mayoría de las personas, cosa que era impensable años atrás. No olvides jamás que la gente está invirtiendo su tiempo en escucharte. Podría estar haciendo otras cosas: estudiar, escuchar a otro artista, jugar a la consola, hacer manualidades, soldar una placa base... Lo que fuera, pero no. Esta escuchando tu canción. Y tú como auténtico "artista" (sinceramente, esta palabra ahora mismo se podría usar con un porcentaje muy muy muy pero que muy pequeño de los actuales músicos) te sientes agradecido de que te escuchen. Pero claro, hay que comer y de alguna manera hay que pagar las facturas. Lógico.

Al igual que los fabricantes de velas tuvieron que adaptarse cuando Edison creó la primera bombilla, todos estos artistas deben adaptarse a la Red de Redes. No solo hablo de músicos, hablo de cineastas, escritores, desarrolladores de videojuegos o cualquier otro sector el cual sea fácilmente digitalizado y compartido. Tienen que sacar dinero de alguna manera. Se acabó eso de vender discos a 25€, videojuegos a 70€, películas a 30€ o, incluso, la entrada del cine a 7€ (esto me molesta especialmente).

Se ha demostrado, en el caso de los videojuegos, que a veces un cambio de formato de venta puede llegar a ser beneficioso. ¿Sabéis cual es el juego que más factura en la App Store de Apple? The Smurfs. ¿Cuanto cuesta? 0 €. Esto es debido, queridos lectores, a que usa un modelo F2P (free-to-play), esto significa que la gente puede jugar gratuitamente, pero si quiere sustanciosas mejoras en el juego, deberá pagar.

Los usuarios no son tontos. Quieren productos de calidad. Si se les ofrecen servicios de calidad, los aceptaran. Siempre que me conecto a Steam veo que hay una media de 4 millones de jugadores en línea. Spotify ha superado recientemente los 3 millones de usuarios de pago. Por no hablar de iTunes Store que es todo un éxito en ventas de música (¿Qué clase de persona no pagaría 1,29€ por 'Yesterday' de 'The Beatles'?).

La piratería tal y como la conocemos ahora debe quedar erradicada, no por innecesaria, sino por equivocada. No es justo que una persona cree un producto de gran calidad del cual reciba pocos o nulos beneficios. Esa persona deberá adaptarse a los tiempos que corren, y los usuarios también. Pero una cosa está clara: los usuarios ya han alzado la voz. El futuro del entretenimiento digital depende de la cantidad de orejas que escuchen el clamor.