lunes, 16 de enero de 2012

Legado

No sé muy bien cómo empezar esta entrada, pero sé perfectamente lo que quiero contar. Una nube de términos azota mi cabeza. Términos tales como: experiencia, sabiduría, legado, vejez, aprendizaje, innovación, mejora, añoranza... Términos aparentemente inconexos pero que fluyen a una elevada velocidad por mi cabeza, ¿Comprendes la dificultad? Al mismo tiempo, siento preocupación respecto a la necesidad de no poder expresar todo lo que siento, o al menos, matizarlo correctamente. Debo confesar que no trataré todos los temas descritos anteriormente, por ese motivo.

Comenzaré con un hombre, que a poco ávido que sea el lector, descubrirá enseguida. Una vez discutiendo con unos amigos salió una pregunta: ¿Ese hombre ha hecho algo por la humanidad? No recuerdo la evolución de aquella conversión. Pero reflexionándolo ahora podría plantear otra pregunta al respecto: ¿Ha hecho algo Miguel Ángel por la humanidad? Parece desacertada esta comparación puesto que Miguel Ángel es estudiado por multitud de institutos y universidad a lo largo del globo, y en el caso contrario no parece que vaya a pasar, excluyendo en ramas empresariales. Pero realmente Miguel Ángel solo ha aportado arte, y el arte no es significativamente necesario para la humanidad, aunque esté intrinsecamente relacionada con el hombre ¿Significa eso que, este hombre, no será recordado? Por supuesto que sí. No tengo conocimiento de ningún CEO que sea tan aclamado por las masas cual Rockstar. Todos tenemos algo por lo que seremos recordados por el resto de nuestra vida. Todos tendremos algún tipo de legado.

Y ese es otro de los temas, la manera con la que seremos recordados. Llevamos una vida demasiado prefijada con pocos cambios a la vista que acabará desembocando en un mar en calma. Despejado, lleno de reflejos en la cristalina agua de una vida pasada. Ninguno de nosotros queremos ver esos reflejos y pensar que hace años debimos de actuar diferente, por lo tanto estamos en capacidad de afirmar que no queremos llevar una vida prefijada, una vida que realmente no nos gusta. En mi caso, no podría imaginar una vida sin tener mi lado a la mujer con la que llevo compartiendo más de 4 años de mi vida. No podría imaginar una vida teniendo un trabajo aburrido que no satisficiera mi necesidad de mejorar, aprender y crear. No podría imaginar una vida en la que teniendo oportunidades, no las aprovechara.

Nadie quiere lamentarse de una vida no aprovechada, por eso debemos vivir desde ya. Debemos sentirnos libres de dejar a nuestro corazón gritar, porque normalmente tiene razón. El tiempo es finito, lo he repetido en ocasiones en otros posts, y debemos aprovechar el escaso tiempo del que disponemos para hacer cosas con las que las generaciones futuras flipen y piensen: ¡Vaya!. No debemos vivir la vida de otros temiendo las reacciones de los demás. Dios nos ha creado así por algún motivo. Debemos ser nosotros mismos.

Ya habrá tiempo de sentar la cabeza cuando desemboquemos en el mar calmado.


Escrito el día 12 de Enero de 2012 en Alcalá de Henares